¡Vamos a seguir con el taller de problemas! Hace dos semanas publicamos la primera parte de esta entrada, en la que os conté cómo fueron mis comienzos en el taller de problemas y por qué lo incluimos en ¡A contar! Ahora vamos a ir viendo cómo se desarrolla la sesión y os daré algunos consejillos para la puesta en práctica en vuestras clases.
Nos habíamos quedado en que los alumnos y alumnas estaban sentados y con el material preparado en la zona de trabajo. Yo os recomendaba unir las mesas y disponerlos alrededor de un único espacio. Una ventaja de esta colocación es que es más fácil que todos tengan disponibles los materiales que les proporcionéis; de otro modo, tendríais que dividir estos materiales en tantos recipientes como grupos haya y puede no haber elementos suficientes.
Como sabéis, los problemas planteados guardan estrecha relación con el texto o ilustración del cuento que leemos durante esas cuatro semanas. Me gustaría recomendaros que en la sesión del taller no leáis el cuento de nuevo. Si ya lo habéis leído varias veces antes, no es necesario perder ahora tiempo de resolución. Es mejor leerles despacio el enunciado dos o tres veces y, en todo caso, hacer alguna referencia al punto de la historia al que nos referimos. Al final de curso de 5 años pueden ser ellos mismos los que lean el enunciado, aunque sí debemos asegurarnos de que todos lo han entendido y saben qué sucede y qué se pide.
A continuación, comienzan a resolver el problema con los materiales manipulables o bien gráficamente en la hoja correspondiente del cuaderno del alumno. Nuestro papel ahora es determinante a pesar de quedar en un segundo plano. Debemos resistirnos a dar explicaciones al grupo todo el rato (lo cual a veces nos cuesta un poco) y dejar que se concentren y piensen en un ambiente de silencio. Durante este tiempo los observaremos, los animaremos a emplear distintos materiales y escucharemos individualmente sus procedimientos de resolución, detectando dónde cometen errores, si los hay, y reconduciéndolos de forma particular.
Recordad que para que mejoren sus estrategias debemos evitar decirles cómo deben resolver el problema o corregirles de forma tajante («Esa solución está mal»). Para que haya un aprendizaje más significativo es mejor guiarlos a través de preguntas que les hagan plantearse lo que están haciendo y su resultado y que sean ajustadas al nivel de cada uno (por ejemplo, «¿Tú crees que puede dar esa solución?», «¿Por qué no pruebas a resolverlo usando los cubos?», «A lo mejor si dibujas lo que pasa se te ocurre cómo encontrar la solución», etc.). Como decimos en la guía, recomendamos ayudarlos de forma más directa cuando hay problemas de conteo (que son frecuentes con cantidades mayores que 10) o en alumnas y alumnos que necesitan más ayuda para evitar que se queden muy atrás y dejen de tener interés por el taller.
Debéis tener en cuenta que siempre va a haber alumnas y alumnos que en las primeras sesiones se dediquen a jugar con los materiales o a hacer dibujos sobre el cuento y que o no muestren interés por resolver el problema, o no sepan qué deben hacer para resolverlo.
En 4 años esto sucederá más a menudo, pero no debemos desanimarnos y pensar que es un desastre. Nos ha pasado a todos al principio y hay que desarrollar con normalidad la sesión, intentando de vez en cuando introducirles en la actividad. Llegará un momento en que empezarán a mostrar más interés por resolver los problemas. Yo incluso tuve una alumna en 5 años que dedicó todas las sesiones del taller excepto la última a jugar con los cubos y solo copiaba la solución que daban sus compañeras y compañeros.
Tenemos que pensar que ya estando presente en la actividad están aprendiendo mucho más que si no la hiciésemos y que en cualquier propuesta de un aula de Infantil es posible que uno o dos niños no participen o «copien» la respuesta. Lo que sucede es que con metodologías y actividades más «clásicas» estos alumnos quedan «camuflados» puesto que pueden presentar una ficha realizada de forma idéntica al resto, pero no haber comprendido el contenido.
Volviendo a nuestro taller, cuando un alumno o alumna encuentra la solución con materiales manipulativos y es correcta, le recordaremos que debe anotarla en el cuaderno y le animaremos a resolver el problema gráficamente y con otros materiales.
En las siguientes fotos podéis ver distintos modos de resolución gráfica de los problemas del cuento Valentina la costurera, de 4 años.
Y en estas podéis ver dos formas de anotar la solución y resolver el problema en 5 años. En este curso es frecuente que escriban la operación como sumas o restas.
Cuando la mayoría haya resuelto el problema, creamos que el tiempo dedicado a solucionarlo ha sido suficiente o sintamos que el interés del alumnado ha decaído, es el momento de la puesta en común. El alumnado irá diciendo sus soluciones: los que hayan resuelto de forma exitosa el problema explicarán a la clase cómo lo han hecho y, si procede, anotarán la solución en la pizarra. A veces por falta de tiempo, y, sobre todo, cuando avance el curso, no todos los niños que hayan obtenido la solución correcta podrán explicar su forma de resolverlo, por lo que seleccionaremos aquellos que hayan usado procedimientos diferentes.
El momento de la puesta en común es muy relevante porque les proporciona una variedad de estrategias enorme, que podrán usar en otro momento. Para facilitar la escucha, os recomiendo que retiréis de la mesa los materiales, ya que algunos tienden a jugar durante la puesta en común. Es importante recordaros aquí que debemos dar más importancia a la participación «activa» en el taller que a la obtención de la solución correcta. Hay alumnas y alumnos que se esfuerzan muchísimo durante toda la sesión, pero que tardan bastantes días en saber cómo manejar los materiales. No juegan con ellos, pero los colocan y recolocan sin saber cómo seguir. Debemos mantener su interés haciéndoles sentir que están en el camino correcto simplemente porque están pensando.
Espero que estas entradas os hayan ayudado con el taller de problemas y lo cojáis con muchas ganas. Ya veréis cómo es muy satisfactorio, aunque haya que tener algo de paciencia al principio. Podéis hacernos llegar vuestras dudas y compartir con nosotros y otros maestros y maestras vuestra experiencia con los problemas de ¡A contar!, tanto por escrito como con fotos.